Mi nombre real y vulgar es Miguel Carrasco y creo que solo me parezco a “el profesor” en la barba. Por cierto, si quieres ver mi careto está un poco más abajo.
Te cuento un resumen de mis últimos 25 años muy brevemente. Te adelanto que no es nada trepidante, soy normalito.
Allá por 1997 (si, ya tengo unos años) estudiaba COU (2º de bachiller para los millennials) y no tenía mucha idea de lo que quería hacer con mi vida.
Sin vocación clara, tuve que decidir qué carrera (grado) quería estudiar. Fui a una charla a la facultad de informática. Te diría que me cautivó, pero realmente no fue así.
Salí de allí igual que había entrado. Tampoco me disgustó lo que contaron, así que le eché bemoles y entré en la carrera.
Tenía “salidas” (ya sabes), pero yo no tenía ni ordenador.
Estuve a punto de dejarla, pero al final la terminé, no con poco esfuerzo.
Durante mucho tiempo me arrepentí de haberla estudiado. Ahora pienso que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.
Me ha permitido, aunque ahora no te lo creas, aprobar dos oposiciones y montar esta academia online.
¿Y sabes lo mejor? Que no soy ningún lumbreras (tardé 6 años en aprobar una ingeniería técnica de 3).
Entré rápidamente en una multinacional donde trabajaba una media de 50 horas a la semana.
Me dieron móvil de empresa siendo un becario. No porque fuera importante, sino para que pudieran llamarme a cualquier hora.
Total, que tenía un sueldo decente a cambio de muchas horas de trabajo. Y expectativas de muchas más horas y más responsabilidades por el mismo precio.
En ese plan salió una buena oportunidad para funcionario de prisiones en 2009 y no me lo pensé. Llegaba a casa sobre las 8 de la tarde y me ponía a estudiar hasta las 10 o las 11. Fines de semana, todo el día.
Así estuve 9 meses divirtiéndome a tope, hasta que saqué la plaza. (Espóiler: se puede sacar plaza estudiando por tu cuenta y trabajando, sí que se puede, que no te cuenten milongas).
El sentimiento cuando ves tu nombre en el listado es algo que todo el mundo debería experimentar alguna vez.
Perdí un tercio de mi sueldo, pero no me importaba mucho, la verdad. Era feliz.
Además, en 2019 obtuve una nueva plaza por promoción interna y recuperé mi anterior sueldo. Como ves, se puede ascender y ganar dinero en la administración.
En esos 10 años conocí a mi mujer y nació mi hijo Martín que va para figura, no sé de qué, pero de algo seguro.
También durante esos años me puse a echar una mano a opositores. Primero con su planificación de estudio y estos últimos años de forma específica con esta academia para preparar la parte de informática de algunas oposiciones.
Empecé con el examen práctico y ahora también preparo toda la parte teórica: test, temario, vídeos, soporte, etc. Ya te imaginas por dónde van los tiros.
Lo hago porque me gusta y porque gano dinero, aquí no he venido a engañar a nadie. Eso sí, me dejo la piel para que los opositores vayan con la mejor preparación posible al examen. Por cierto:
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